CUIDAR DE NOSOTROS, HONRAR LA TIERRA
En 1961, un poema resonó en el corazón de los hombres. «La Tierra es azul», desvelaba el astronauta ruso. Qué emoción saber el color con que brillaba, en un horizonte lejano, nuestro hermoso Planeta, repleto de paisajes y seres vivos magníficos, de tantas aguas corriendo cristalinas. ¡Oh!, bendita Naturaleza, y su infinita generosidad. Qué privilegiados somos. Gocemos, gocemos, pues, y cuidemos, cuidemos, agradecidos, de nuestro mayor tesoro. En pequeños gestos diarios, en las grandes decisiones de nuestras vidas, es fácil, es bueno ser el cambio en el mundo, el impulso de un futuro mejor, sano, justo y responsable. Despertar orgullosos, rehechos, mirar cada don de la Tierra con emoción redoblada, respirar todos los olores con un placer nuevo, y sí, ahora sí, sentir el verdadero significado de la armonía, en nosotros y a nuestro alrededor. Ser, de forma natural y perenne, la voz de la ecología. Honrar y preservar el equilibrio del ecosistema al que pertenecemos, y que es parte de nosotros.
En Rusticasa, trabajamos y vivimos cada día con esperanza en las generaciones del presente y del futuro. Cada proyecto Eco que implantamos, es una fiesta. Brindamos con nuestros clientes a la salud de la Tierra. Sabemos cómo es importante para ellos el impacto ambiental de la construcción de una casa, la exclusión de materiales contaminantes, el uso responsable de los recursos naturales. Compartimos la misma adoración por los árboles. Sólo utilizamos madera certificada, es decir, proveniente de bosques gestionados de forma sostenible. Ya lo hemos comprobado. Vale la pena. Por nosotros y por los venideros.