Mimetismo: particularidad de las especies que, por su forma y/o color, pueden ser confundidas con el entorno o con individuos de otra especie.
A menudo se asimila a esta otra definición.
Camuflaje: todos los dispositivos que permiten a un animal o a una planta hacerse indistinguible de su entorno.
Tanto el mimetismo como el camuflaje, cuando se aplican al reino animal o vegetal, tienen como objetivo la superviencia de las especies. Sin embargo, el mimetismo busca asimilarse al entorno, mientras que el camuflaje busca esconderse en él.
Las casas de madera tienen esa capacidad inherente de integrarse en su entorno natural, no desde el punto de vista del camuflaje, porque no pretenden esconderse de las miradas indiscretas, sino desde la perspectiva del mimetismo, porque el material que las compone procede de la propia naturaleza que las rodea.
Así, encontramos casos en los que es difícil discernir la presencia de una construcción en el paisaje circundante, tan grande es su parecido con la vegetación allí plantada.
Aquí tenemos un bello ejemplo: una casa de madera situada en un parque verde, entre un extenso césped y coloridos árboles.
Con más de 30 años, esta casa se ha fundido con las especies vegetales, robles y pinos, que ya estaban allí, en un perfecto ejercicio de mimetismo. Un ejemplo de respeto a la naturaleza.
Casa RUSTICASA® en Seixas – Caminha.